A partir del resultado de las movilizaciones y reacciones de rechazo ocurridas por la aprobación de la planta Termoeléctrica Barrancones, vemos como un antecedente clave, la difusión del video de las figuras TV destacando las bondades naturales del sector y de las consecuencias negativas en lugares donde ya hay operando termoeléctricas, sin embargo alguien dijo por ahí, que al parecer vale más la vida de un pingüino que la vida de una persona, ya que no hay que dejar de lado que existen 5 proyectos de Termoeléctricas pendientes para instalar y que en Chile ya operan 17 Termoeléctricas y por la controversia y alboroto ocurrido pareciera que Punta de Choros fuera la primera vez que que un proyecto afecta el medio ambiente.
Pero siendo justos Punta de Choros ha resultado ser emblemática ya que allí se conjuga varias consideraciones que hace que esta aprobación resulte con altos niveles de rechazo ciudadano, sin embargo este caso sirve para desnudar un débil sistema de evoluación ambiental, donde los interés de la comunidad nunca son considerados, dramático ejemplo resulta ser el caso de Puchuncaví donde se llego al extremo de modificar la ley para dar paso a la ampliación de la planta Termoeléctrica de la empresa AES Gener, en una zona declarada saturada y donde el rechazo ciudadano fue completo con Alcalde y concejales incluidos.
Por otra parte los antecedentes técnicos que puedan esgrimirse en contra de un proyecto contaminante, como queda registrado en las observaciones no resueltas por el Proyecto Barrancones, quedan finalmente supeditados a una votacion política como ocurrió en este caso, donde la Corema aprueba el proyecto y luego como un contrasentido, finalmente ocurre que al igual que en el Circo Romano, el Emperador se apiada de la comunidad de Los Choros y su entorno natural y les perdone la vida con el pulgar al cielo entre vítores y aplausos de la galería.
Así de serio es el actual Sistema de Impactos Ambientales, donde nunca se ha visto que un proyecto se rechace, siempre se mitiga, finalmente los proyectos con mucho rechazo ciudadano y por presiones ya evidentes son retirados por el mandante, pero el sistema que la organización del estado posee para desarrollar sustentablemente la nación, nunca da cuenta de este rechazo ciudadano en su proceso.
Las lecciones que podamos sacar de esta comedia de equivocaciones es que sigamos construyendo un gran frente ciudadano que desnude las trampas legales que se construyen a espaldas de la comunidad, como ocurrió con la modificación de la institucionalidad ambiental que se había trabajado con la comunidad y que fue sustancialmente modificada en el Senado de la República. Bien por Punta de Choros, bien por los Pinguinos de Humbold, pero mantengamos alerta la mirada ya que es difícil resistir en desventaja.
