Nuestra realidad latinoamericana nos obliga permanentemente a estar atentos respecto de nuestro entorno y de como nuestros administradores cautelan los recursos naturales que no son nuestros, sino que son prestados por nuestros niños. Por eso es que es muy necesario dimensionar en su justa medida las acciones que van ocurriendo a diario y actuar en su consecuencia.
En esta perspectiva también es necesario conocer una nueva realidad que se nos aproxima a pasos agigantados, los avances en investigación científica en el área de la nanotecnologia nos abre un mundo insospechado en que muchos de los paradigmas caerán inoxerablemente y probablemente nacerán otros nuevos.
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En el desarrollo de la nanotecnología hay serios avances en la captura de carbono del medio ambiente, para transformarlo en una fuente inagotable de combustible, sin que este vuelva al medio ambiente como un nuevo residuo. La observación del proceso de fotosíntesis existente en la naturaleza se han traspasado a un diseño de un proceso en base a la nanotecnología para crear una hoja artificial que permite transformar la energía solar y el agua en energía limpia.
En materia de ciudades también se ha avanzado en el desarrollo de paneles de “piel viva” que integran a unos complejos sistema de nanoturbinas que recogen la energía solar y la eólica y mediante filtros se encargan de eliminar el Co2 del medio ambiente. Esta piel compuesta por una superficie orgánica fotovoltaica recoge la energía lumínica y las transmite mediante nanofibras a lugares de almacenamiento para su consumo interno, de igual forma colaboran las nanoturbinas las que además se han diseñado para acomodarse a las variaciones del sentido del viento.
Las nuevas aplicaciones de la nanotecnología no solo apuntan a cambiar el color del auto con solo apretar un botón sino que a crear telas que no se mojen lo que implica ahorro en energía para su secado, en materia de salud y en la prevención de enfermedades la creación de nanorobots que eviten la creación de tumores cancerosos u otros males nos abre nuevas perspectiva por una sobrevida que nos llevara a enfrentar nuevos desafíos donde los valores como la solidaridad y el humanismo tendrán un valor que no dependerán del resultado de una formula química ni de una ecuación matemática.
