“Denunciamos que nuestras calles han sido secuestradas por el automóvil, que colapsa las ciudades degenerándola en lugares hostiles y peligroso”, es el clamor de miles de ciclistas que a modo de protestas por estos días circulan desnudos sobre bicicletas por diversas ciudades de Europa, Estados Unidos y América Latina. La bicicleta es un medio de transporte urbano solvente, saludable, ecológico y divertido, es un icono, un símbolo de libertad.
¿Porque hacer esta protesta desnudos? Porque nos sentimos desnudos ante el tráfico por la falta de respeto de los conductores y la desidia de los gobernantes. Con la desnudez hacemos visible la fragilidad de nuestras "carrocerías" (nuestro propio cuerpo). Además, mostramos nuestro cuerpo con naturalidad, rompiendo el pudor, desmontando tabúes respecto a nuestro físico impuesto por la moda y la avaricia de la industria transnacional textil. En definitiva, nos enfrentamos al tráfico urbano con el cuerpo desnudo sobre la bicicleta como la mejor forma de defender nuestra dignidad y de vivir la lucha social.
De esta forma año a año la “masa critica” de ciclistas desnudos aumenta como una forma de llamar la atención para demandar la atención y respeto en el uso del espacio público, ciclistas agrupados en