jueves, 29 de julio de 2010

Porque los municipios no reciclan como en Europa

Siempre me ha resultado difícil comprender por que nuestras autoridades comunales no implementan el sistema de separación de la basura domiciliaria en el origen tal como se hace en países más desarrollados, muchas veces familias practican en sus casas separar la basura por tipo, pero finalmente el municipio las junta y las lleva al vertedero haciendo inútil todo el trabajo previo.



El académico de la PUCV experto en rellenos sanitarios, Dr. Marcel Szanto, mencionaba en una entrevista que prácticamente el 50 % de lo que botamos en una casa corresponde a envases y embalajes y la otra mitad a materia orgánica, considerando el numero de viviendas en las comunas del gran Valparaíso, se obtiene que existe una gran cantidad de residuos domiciliarios que en realidad no son basura, ya que es insumo para otro proceso productivo de reciclaje y de recuperación y que en nuestro caso botamos con el agravante que para botarla además debemos pagar el traslado y disposición final.

Es difícil comprender ésta forma de gestionar la basura urbana, en países donde los recursos son cada día más escasos, los recursos se pierden en desmedro de una comunidad que los produce. Si recurrimos a la Ley de Rentas Municipales, que es el instrumento que regula los derechos de aseo, se tiene los siguientes condicionantes que permite que ésta situación absurda, permanezca en el tiempo. Primero la ley fija que los municipios se encarguen de la operación del retiro de residuos cobrando por ello, segundo fija la cuota diaria de basura, por la cual se tendrá derecho a producir y que el municipio se encarga de retirar previo pago y finalmente fija exenciones de este pago, en función del valor de la vivienda y además permite que cada municipio extienda estas exenciones conforme a otros criterios.

En definitiva la norma vigente permite que las viviendas boten mucha basura al día (60 litros) y que en función del valor de la propiedad podamos botar esta basura gratis, de esta forma y con estas reglas jamás se podrá incentivar que la comunidad revierta esta situación. Finalmente se obtiene un uso populista de la liberación de pago de aseo que finalmente termina perjudicando a la misma comunidad.

Se debe bajar la cuota de residuo diario, que fija la Ley de Rentas, a niveles más realista y gestionar la instalación de un sistema de separación de residuos para  aprovechar el sistema de reciclaje. Si la familia separa la basura que pague el mínimo o se exima de este pago a la vivienda, en cambio si tira toda la basura junta que se pague por el trabajo que consiste en separarla, de esta forma se construye un mercado con un proyecto que permitirá ingresar recursos al municipio, ya sea por ingresos o por disminución de costos al trasladar menos basura entregando un mejor servicio a la comunidad. En la actualidad en la gestión del reciclaje solo se beneficia un particular sin que le reporte en nada a la comunidad.