Entrevista ficticia
realizada al Poeta Pablo Neruda publicada por el boletín Econoticias del Instituto de EcologíaPolítica. Neruda responde a preguntas actuales a traves de su poesía.
E: Donde nació su vocación de poeta.
PN:
Mi poesía nació entre el cerro y el río, tomó la voz de la lluvia, se impregnó
de los bosques tal como la madera.
E: Ud ha sido un ambientalista de toda la vida.
PN:
La naturaleza me da una especie de embriaguez. Me atraían los pájaros, los
escarbajos, los huevos de perdiz...Me asombraba la perfección de los insectos.
E: Qué opina Ud. del bosque nativo chileno:
PN:
Quien no conoce el bosque chileno, no conoce este planeta. De aquellas tierras,
de aquel barro, de aquel silencio, he salido yo a andar, a cantar por el mundo.
E: ¿Ud. cree que están arrasando con el bosque nativo
chileno?
PN: El gran sur forestal
se va extinguiendo totalmente, arrasado, quemado y combatido. El paisaje se
monotoniza y adquiere la vestimenta industrial que necesita la “Papelera”.
E: ¿Y porque se terminan los bosques nativos chilenos?
PN:
Se terminan los bosques sustituidos por los pinares con sus infinitas hileras
de impermeables verdes.
E: ¿Ud. siente que los bosques del sur de Chile
inspiraron su poesía?
PN:
Las tierras de la frontera metieron sus raíces en mi poesía y nunca han podido
salir de ella. Mi vida es una larga peregrinación que siempre da vueltas, que
siempre retorna al bosque austral, a la selva perdida.
E: ¿Fue influenciado Ud. por el pensamiento de
algún(a) verde?
PN:
Tal vez alguna vez yo escuché el consejo de la señora Julia Rogers, su múltiple
murmullo, sus palabras verdes en la montaña. Y tal vez ahora llegaban a mi
vida, después de tantos años, a comunicarme su silencio. ¡Ella era una cazadora
de raíces!
E: Ud también cantó a los pájaros.
PN:
Todo me lo profesaron los pájaros, pajariles, pajarucos, pajacielos, pero no
aprendí a volar ni a cantar. Pero aprendí a amarlos vagamente, sin respeto en
la familiaridad de la ignorancia, mirándolos de arriba bajo a arriba, orgulloso
de mi estúpida estabilidad, mientras ellos reían volando sobre mi cabeza.
Entonces para humillarlos inventé algunos pájaros para que volaran entre las
aves verdaderas y me representaran entre ellas.
E: Ud. también amó mucho a los insectos.
PN:
En aquellos bosques del Sur, que ya fueron asesinados a vista y paciencia de
nuestros gobernadores, me embelesó descubrir la silenciosa vida de los bichos,
debajo de las piedras grandes o de troncos caídos, cuando no a caballo sobre
una corola o entrenando en una ciénaga.
Llegué
a tener un minúsculo rebaño de madres de la culebra: he sido un pastor de
coleópteros. Indefenso protector y cantor de escarabajos.
E: Ud. es un gran protector del mar.
PN:
Me hice experto en cetáceos, en caracolas, en mareas, en zoofitos, en medusas,
en peces de toda la pecería marina.
E: Por eso Ud. se vino a vivir junto al mar en Isla
negra.
PN:
El mar me pareció mas limpio que la tierra. No vemos en él los crímenes
diabólicos de las grandes ciudades, ni la preparación del genocidio.
E: Ud. Se escapó del smog de Santiago.
PN:
A orillas del mar no llega el smog pustulario, ni se acumula la ceniza de los
cigarrillos difuntos. El mundo se oxigena junto a la higiene azul de la solas.
E: Cómo liberarnos en este mundo actual de tanta
mentira.
PN:
Los buenos serán los que más pronto se liberen de esta mentira pavorosa y sepan
decir su bondad endurecida contra todo aquel que se la merezca. Bondad que
marcha, no con alguien, sino contra alguien. Bondad que no soba ni lame, sino
que desentraña y pelea porque es el arma misma de la vida.
E: ¿Y quiénes serán los que terminarán con la
pobredumbre actual?
PN:
Y así sólo serán llamados buenos los de derecho corazón, los no doblegados, los
insumisos, los mejores. Ellos reivindicarán la bondad podrida por tanta bajeza,
ellos serán el brazo de la vida y los ricos de espíritu. Y de ellos, sólo de
ellos, será el reino de la tierra.
E: Y qué alertas hay que tener en esta lucha.
PN:
Tengamos cuidado de la antigua fauna apoplética que ya parecía encasillada en
los museos con sus inmensos huesos defensivos, sus condecoraciones y miembros
sangrientos. Está viva aún en el mundo la sed de dominio y la voluntad del
tormento y nuestros verdugos nos acechan desde la mañana a la noche. Pero tener
también cuidado de nuestros falsos libertadores, de aquellos que, no
comprendiendo el espíritu de esta época, pretenden hacer de la violencia un
ramo de flores para entregarlo en el altar de las libertades del hombre.
E: O sea que su poesía está comprometida con la vida.
PN:
Mi poesía y mi vida han transcurrido como un río americano, como un torrente de
aguas de Chile, nacidas en la profundidad secreta de las montañas australes,
dirigiendo sin cesar hacia una salida marina el movimiento de sus corrientes.
Mi poesía no rechazó nada de lo que pudo traer en su caudal; aceptó la pasión,
desarrolló el misterio, y se abrió paso entre los corazones del pueblo.
Fuente: Instituto de Ecología Política