miércoles, 23 de enero de 2013

Ciudades para las personas, no para los autos


Hace bastante tiempo las comunidades de las ciudades europeas han venido insistiendo en mejorar sus espacios urbanos, y una de las acciones que han desarrollado corresponde a una campaña que ha venido teniendo un destacable éxito “30 Km./h.: por unas calles más habitables “. En Chile se fija como norma general velocidad de 60 a.m./h, en zona urbana y solo se indica mediante la instalación de señales las restricciones de velocidad menores que las establecidas como norma general , la iniciativa europea es al revés fija como norma 30 km./h y se señaliza velocidades mayores en aquellas vías que permiten por diseño y jerarquía velocidades mayores.


Esta iniciativa permite que la ocupación de los espacios comunes sea mas justa equitativa y mas segura, bajar la velocidad de desplazamiento de los automóviles permite la circulación en forma más segura lo que evidentemente estimula su uso. Las consecuencias de una accidente de tránsito a velocidades bajas son menores y no se recarga el sistema de salud pública, y la contaminación atmosférica y acústica disminuye a todo esto se suma la reactivación de zonas comerciales.

Los beneficios con esta sola medida administrativa son evidentes y en una comunidad participativa y estimulada ha venido teniendo el éxito perseguido. Evidentemente que su implementación requiere de una voluntad política , ya que es necesario introducir medidas complementarias que favorezcan su implementación, aquí cobran importancia las sugerencias que permanentemente ha venido desarrollando la Conaset, dependiente del Ministerio de Transporte, a favor a mejorar los espacios públicos y la implementación de medidas de Traffic Calm que son rediseños que apuntan a que los flujos vehiculares disminuyan sus velocidades de desplazamiento.

Lamentablemente en nuestra sociedad existe un culto al automóvil, culto que restringe las libertades ciudadanas de ocupar espacio publico en un ambiente sano y seguro, permanentemente vemos como las autoridades implementan medidas que favorecen los desplazamientos de los automóviles, mejoramiento de los radios de giro, ampliar calles y disminuir  aceras, permitir que los medios de transporte publico sean muy malos lo que incentiva el uso de automóviles y ahora localizar estacionamientos subterráneos en el centro de la ciudad.

Es importante que se aprenda a medir las consecuencias de los malos actos y se pueda prever como estos actos finalmente se Irán traduciendo en malas condiciones de vida y perdida de la habitabilidad de un territorio. La instalación de un Mall en un área que por si sola tiene atributos no le suma mas atractivos lo que ocurre es que solo logra copar la capacidad de carga de ese territorio lo que se traduce en perdida de los atributos para la comunidad, una inversión como esa envergadura debe realizarse en un lugar donde efectivamente sea un aporte, debe tomarse como una oportunidad para dinamizar áreas débiles del territorio generando los necesarios equilibrios en la dinámica urbana. Lo mismo sucede con la política de estacionamientos que lleva adelante el municipio de Valparaíso, esa inversión no se esta usando como una palanca de desarrollo para la ciudad, esta política de estacionamientos rigidiza una mala solución  en el tiempo, mala solución para los intereses de la ciudad y buena forma para la contabilidad de la empresa que explota los estacionamientos.

La concentración de oferta de estacionamiento debe localizarse en la periferia del área central para proteger esa zona aumentando espacio caminable y para áreas verdes para sumarle atributos positivos.

La expresión ciudadana es vital para cuidar los intereses ciudadanos ya que al parecer quienes tienen el mandato legal han descuidado sus tareas y permitido estas  acciones contra la ciudad de Valparaíso.
Paseo Ibagué en Colombia (www.skyscrapercity.com)