Un Trawun
que reunió a unas ochenta personas, en su mayoría integrantes de comunidades
Mapuche de la localidad de Melipeuco, con la participación de representaciones
comunitarias y de organizaciones sociales de Pitrufquen, Temuco y Curarrehue,
reafirmó nuevamente su rechazo a la actual invasión de proyectos
hidroeléctricos que se emplazan en territorio ancestral Mapuche y dieron a
conocer sus lineamientos en materia de desarrollo.
Mientras sectores empresariales
generan presión para imponer sus proyectos de inversión que afectan los
derechos humanos de comunidades; Y operadores de CorpAraucanía intervienen
comunidades para referirse a compensaciones requeridas a empresas
hidroeléctricas, desde Melipeuco, una clara señal de autonomía y reafirmación
se dio, manifestando que no se quieren proyectos hidroeléctricos en los
territorios ancestrales y que no se pretende ningún tipo de negociación con
especuladores y mercenarios que buscan el lucro a costa de la depredación y
desintegración social y cultural Mapuche.
El encuentro comenzó con un Llellipun a
las 8 de la mañana, luego continuó con un recorrido por las calles de la
localidad para luego continuar con un Trawun entre las representaciones
territoriales para realizar un diagnóstico, estrategias y definir sus
lineamientos en materia de desarrollo. Allí estuvieron representaciones de
Melipeuco, del consejo medio ambiental Lof Trankura y comunidad Camilo
Coñoequir Lloftonekul de Curarrehue; Lof Mapu Karilafken de Pitrufquen; Y
representaciones de organizaciones sociales ambientales y de derechos humanos
de Temuco, tales como: Red de acción por los derechos ambientales (RADA);
Corporación Urracas, Red de Semillas Libres; Observatorio Ciudadano; Grupo de
trabajo Mapuche por Derechos Colectivos; Área comunicaciones Red defensa
territorios, entre otros.
El encuentro fue facilitado por las
dirigentes Luz María Huenupi e Irene Romero, y fue encabezada en sus palabras
de bienvenida por el Lonko José Relmucao, destacándose el diagnóstico de
las diferentes amenazas de proyectos hidroeléctricos y tendidos que pretenden
instalarse en la zona, las plantas de pisciculturas de la industria salmonera,
geotermia y hasta intereses mineros, varios, afectando directamente a las
Comunidades Mapuche.
Pablo Huaiquilao de Karilafken
Pitrufquen y Ely López junto a Silverio Loncopan de Curarrehue, manifestaron su
rechazo categórico a los proyectos hidroeléctricos que amenazan sus
territorios, en particular el de Añihuarraqui de la empresa GTD socia de la
española Enhol; Y el proyecto Los Aromos en Pitrufquen.
Las representaciones concluyeron así un
ciclo de encuentros que comenzó en Temuco el 29 de mayo con más de 60
participantes; Luego en Curarrehue con unas 90 personas; y ahora en Melipeuco
con 80, proceso que elaboró un documento que establece sus directrices y
lineamientos en materia de desarrollo integral, que parte de la base con la
protección de lugares sagrados y la defensa y exigencias de restitución de
derechos de agua, entre otras materias.
En horas de la tarde, el documento fue
dado a conocer y entregado a representaciones de instituciones públicas que
asistieron al cierre del encuentro en su fase de conclusiones, entre ellos, el
alcalde de la comuna Juan Carlos Espinoza; la directora de cultura Karen
Paichil; la seremi subrogante del Medio Ambiente Rocío Toro; funcionarios del
SAG y del ministerio de agricultura; representación del diputado Fuad Chahin y
senador Tuma; El director y funcionario del SEA Ricardo Moreno y Cristian
Lineros, el Core Daniel Sandoval, entre otros, documento que será
extendido también a otras reparticiones públicas.
En la ocasión, se resaltó que proyectos
que afectan a lugares sagrados Mapuche como Truful Truful en Melipeuco,
Añihuarraqui en Curarrehue y Karilafken de Pitrufquen, se han pretendido
imponer bajo procedimientos viciados, donde no se ha atendido el Derecho
al desarrollo de las comunidades de acuerdo a sus propios criterios y que ya se
han establecido en los territorios con estos actos.
Cabe consignar que el artículo 7
del Convenio núm. 169 de la OIT establece que los pueblos indígenas tienen el
derecho de “decidir sus propias prioridades en lo que atañe al proceso de
desarrollo, en la medida en que éste afecte a sus vidas, creencias,
instituciones y bienestar espiritual y a las tierras que ocupan o utilizan de
alguna manera, y de controlar su propio desarrollo económico, social y
cultural”, no existiendo cabida alguna a atentatorios proyectos hidroeléctricos
como los señalados.