Nosotros, pueblos de todos los continentes, reunidos en la Asamblea de movimientos sociales durante el Foro Social temático Crisis capitalista, Justicia social y ambiental, luchamos contra las causas de una crisis sistémica que se expresa en una crisis económica, financiera, política, alimentaria y ambiental, colocando en riesgo la propia sobrevivencia de la humanidad. La descolonización de los pueblos oprimidos y el enfrentamiento al imperialismo es el principal desafío de los movimientos sociales de todo el mundo.
En este espacio nos reunimos desde nuestra diversidad,
para construir juntos agendas y acciones comunes contra el
capitalismo, el patriarcado, el racismo y todo tipo de discriminación
y explotación. Por eso, reafirmamos nuestros ejes comunes de lucha,
adoptados en nuestra Asamblea en Dakar, en 2011.
- Lucha contra las transnacionales
- Lucha por la justicia climática y por la soberanía alimentaria
- Lucha por la eliminación de la violencia a la mujer
- Lucha por la paz, contra la guerra, el colonialismo, las ocupaciones y
- la militarización de nuestros territorios.
Los pueblos de todo el mundo sufren hoy los efectos del
agravamiento de una profunda crisis del capitalismo, en la cual sus
agentes (bancos, transnacionales, conglomerados mediáticos,
instituciones internacionales y gobiernos a su servicio) buscan
potenciar sus beneficios a costa de una política intervencionista y
neocolonialista. Guerras, ocupaciones militares, tratados neoliberales
de libre comercio y “medidas de austeridad” expresadas en paquetes
económicos que privatizan bienes, rebajan salarios, reducen derechos,
multiplican el desempleo y explotan recursos naturales. Estas
políticas afectan con intensidad a los países más ricos del Norte,
aumentan las migraciones, los desplazamientos forzados, los desalojos,
el endeudamiento, y las desigualdades sociales.
La lógica excluyente de este modelo sirve solamente para
enriquecer a una pequeña élite, tanto en los países del Norte como en
los del Sur, en detrimento de la gran mayoría de la población. La
defensa de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, la
justicia económica, ambiental y de género, son la llave para el
enfrentamiento y la superación de la crisis, fortaleciendo el
protagonismo de un Estado libre de las corporaciones y al servicio de
los pueblos.
El calentamiento global es el resultado del sistema
capitalista de producción distribución y consumo. Las transnacionales,
las instituciones financieras, los gobiernos y organismos
internacionales a su servicio, no quieren reducir sus emisiones de
gases de efecto invernadero. Ahora intentan imponernos la “economía
verde” como solución para la crisis ambiental y alimentaria, lo que
además de agravar el problema, resulta en la mercantilización,
privatización y financiarización de la vida. Rechazamos todas las
falsas soluciones para esas crisis, como los agro-combustibles
transgénicos, la geo-ingeniería y los mercados de carbono, que son
nuevos disfraces del sistema.
La realización de Río+20, en el mes de junio en Río de Janeiro,
pasados 20 años de la Eco ’92, refuerza la centralidad de la lucha por
justicia ambiental en oposición al modelo de desarrollo capitalista.
El intento de “enverdecimiento” del capitalismo, acompañado por la
imposición de nuevos instrumentos de la “economía verde”, es una
alerta para que los movimientos sociales reforcemos la resistencia y
asumamos el protagonismo en la construcción de verdaderas alternativas
a la crisis.
Denunciamos la violencia contra la mujer ejercida
regularmente como herramienta de control de sus vidas y sus cuerpos.
Además, el aumento de la explotación de su trabajo para atenuar los
impactos de la crisis y mantener el margen de ganancia constante de
las empresas. Luchamos contra el tráfico de mujeres y de niños, las
relaciones forzadas y el prejuicio racial. Defendemos la diversidad
sexual, el derecho a la autodeterminación de género y luchamos contra
la homofobia y la violencia sexista.
Las potencias imperialistas utilizan bases militares
extranjeras para fomentar conflictos, controlar y saquear los recursos
naturales y promover dictaduras en varios países. Denunciamos el falso
discurso en defensa de los derechos humanos, que muchas veces
justifica las ocupaciones militares. Nos manifestamos contra la
permanente violación de los derechos humanos y democráticos en
Honduras, especialmente en el Bajo Aguán, el asesinato de
sindicalistas y luchadores sociales en Colombia y el criminal bloqueo
a Cuba que completa 50 años. Luchamos por la liberación de los 5
cubanos presos ilegalmente en los Estados Unidos, la ocupación ilegal
de las Islas Malvinas por Inglaterra, las torturas y las ocupaciones
militares promovidas por los Estados Unidos y la OTAN en Libia y
Afganistán. Denunciamos el proceso de neo-colonización y
militarización que vive el continente africano y la presencia de la
Africom. Nuestra lucha es también por la eliminación de todas las
armas nucleares y contra la OTAN.
Expresamos nuestra solidaridad con las luchas de los pueblos del mundo
contra la lógica depredadora y neocolonial de las industrias
extractivas y mineras transnacionales, en particular, con la lucha del
pueblo de Famatina en Argentina, y denunciamos la criminalización de
los movimientos sociales.
El capitalismo destruyó la vida de las personas. Por eso, cada día
nacen múltiples luchas por justicia social para eliminar los efectos
dejados por el colonialismo y para que todos y todas tengamos una
calidad de vida digna. Cada una de estas luchas implica una batalla de
ideas que hace imprescindible acciones por la democratización de los
medios de comunicación, controlados hoy por grandes conglomerados, y
contra el control privado de la propiedad intelectual. Al mismo tiempo
exige el desarrollo de una comunicación independiente que acompañe
estratégicamente nuestros procesos.
Comprometidos con nuestras luchas históricas, defendemos el trabajo
decente y la reforma agraria como único camino para impulsar la
economía familiar, campesina e indígena, y un paso central para
alcanzar la soberanía alimentaria y la justicia ambiental. Reafirmamos
nuestro compromiso con la lucha por la reforma urbana como instrumento
fundamental en la construcción de ciudades justas y con espacios
participativos y democráticos. Defendemos la construcción de otra
integración, fundamentada en la lógica de la solidaridad, y el
fortalecimiento de procesos como la UNASUR y la ALBA.
La lucha por el fortalecimiento de la educación, ciencia y tecnologías
públicas al servicio de los pueblos, así como la defensa de los
saberes tradicionales, se vuelven urgentes una vez que persiste su
mercantilización y privatización. Manifestamos nuestra solidaridad y
apoyo a los estudiantes chilenos, colombianos portorriqueños y de todo
el mundo, que continúan en marcha en la defensa de estos bienes
comunes.
Afirmamos que los pueblos no deben continuar pagando por esta crisis y
que no hay salida dentro del sistema capitalista!
Se encuentran en la agenda grandes desafíos que exigen que articulemos
nuestras luchas y que movilicemos masivamente.
Inspirados en la historia de nuestras luchas y en la fuerza renovadora
de movimientos como la Primavera Árabe, Ocuppy Wall Street, los
indignados y la lucha de los estudiantes chilenos, la Asamblea de los
Movimientos Sociales convoca a las fuerzas y actores populares de
todos los países a desarrollar acciones de movilización coordinadas a
nivel mundial. Debemos contribuir a la emancipación y
auto-determinación de nuestros pueblos, reforzando la lucha contra el
capitalismo.
Convocamos a todas y todos a fortalecer el Encuentro internacional de
derechos humanos en Solidaridad con Honduras y a construir el Foro
social Palestina Libre, reforzando el Movimiento global de boicot,
desinversiones y sanciones contra el Estado de Israel y su política de
apartheid contra el pueblo palestino.
Tomemos las calles a partir del día 5 de junio en una gran jornada de
movilización global contra el capitalismo. Convocamos a impulsar la
Cumbre de los Pueblos por justicia social y ambiental, contra la
mercantilización de la vida y en defensa de los bienes comunes, frente
a la Rio+20.
Si el presente es de lucha el futuro es nuestro!
Porto Alegre, 28 de enero de 2012
Asamblea de los Movimientos Sociales