viernes, 23 de agosto de 2013

PARO NACIONAL CAMPESINO Y MINERO EN COLOMBIA: "NO NOS VAMOS A QUITAR DE LAS VÍAS"


"Les hemos hecho dos paros, le hicimos caso al Gobierno y levantamos los bloqueos y nos quedamos debatiendo el tema en actas y más actas", indicó el líder papero, César Pachón. 

César Pachón, representante de Dignidad Papera, señaló  que las protestas al interior de las ciudades no tienen nada que ver con los campesinos, porque ellos están en las vías. 

“Lo que ha ocurrido dentro de las ciudades no por culpa nuestra, nosotros estamos en las vías. Son grupos ajenos a lo que somos los campesinos”, sostuvo el líder de la protestas.

De igual forma, dijo que no se “quitarán de las vías” porque en el pasado le “hicieron caso” al Gobierno y las conversaciones quedaron en “actas, muchas actas”. 

“Les hemos hecho dos paros, le hicimos caso al Gobierno y levantamos los bloqueos y nos quedamos debatiendo el tema en actas y más actas”, indicó Pachón. 







Al paso de las horas nuevos contingentes amplían el campo de la protesta popular. Estamos en presencia de un nuevo ciclo de movilización y rebeldía. En los inicios de un ciclo mas o menos largo de rebelión campesina y comunitaria. En el resultado de un largo acumulado histórico que suma resistencia guerrillera (Farc, ELN, EPL, M-19) con insubordinación social frente a las formas redistributivas y las estructuras de dominación violenta oligárquica que han ocasionado en las últimas décadas más de 300 mil muertes y 6 millones de desplazados.
Crece el campo del conflicto agrario con nuevos estallidos en el departamento del Huila, donde los pequeños caficultores se suman a la huelga (1) y los labriegos protagonizan el conflicto en Algeciras (2); con acciones contundentes de los mineros como ocurre en los municipios antioqueños de Ituango, Toledo, Tarazá, Valdivia, Caucasia y Segovia (3); con marchas multitudinarias campesinas en el Caquetá provenientes de La Macarena, Solita, Milán, Paujil, Doncello, Campo Hermoso, La Cristalina, San Vicente del Caguán, Solano y Cartagena del Chairá, para concentrarse en Florencia hasta donde han llegado más de 5 mil personas (4); con las concentraciones y bloqueos de vías en Risaralda y Caldas (5); con las manifestaciones en Santander y el Magdalena Medio (6); con la participación activa de los camioneros; con las tomas de los hospitales por los trabajadores y médicos; y con las manifestaciones estudiantiles que se han sumado a los paros.
Lo que tenemos a estas alturas de la huelga agraria es una potente rebelión contra el régimen oligárquico del señor Santos y su modelo neoliberal globalizante.
Es que las formas de dominación enfrentan coyunturas de contestación colectiva a través de formas de movilización que desbordan las instituciones y los espacios políticos reconocidos en la normalidad de las relaciones de poder que articulan al Estado. En ese sentido, las rebeliones son procesos de movilización política que instauran una crisis política estatal en tanto cancelan de manera general o parcial la autoridad de las leyes y el gobierno, a partir de una fuerza resistente que a veces se proyecta como base de otra forma de gobierno y de sistema de autoridades.
En ese sentido debe resaltarse que las rebeliones son una articulación especial de estructuras de acción y pensamiento en coyunturas más o menos largas en las que las prácticas de la participación política, además de ser activadas por las estructuras preexistentes, producen variaciones y novedades. Ya que la crisis política así instaurada genera un tiempo de fluidez en el que las variaciones y desórdenes que la imaginación y la experiencia cotidiana producen, pueden adquirir en esos momentos la forma de una fuerza de acción y prefigurar las formas sustitutas de la vida política y social.
(En www.prensarural.org)