En el blog Ciudad Pedestre, interesante blog del arquitecto chileno Rodrigo Díaz donde desde México realiza análisis urbanos bajo la óptica del peatón, se hacia referencia a la Paradoja de Braess y de cómo se arruinaba una inversión vial al mejorar la capacidad de una vía que conecta dos puntos de interés. Esta situación que es bien conocida pero poco advertida por la comunidad se explica por que la suma de los beneficios individuales no siempre es igual o mayor que los beneficios colectivos. El ejemplo de dicho articulo apuntaba a que si todos los automovilistas ante distintas alternativas para un mismo destino toman la decisión de elegir la ruta mas corta, el nivel de congestión que se obtiene en esa ruta hace que alternativas más larga sea más rentable por quedar con menos flujo vehicular.
En términos generales esta paradoja indica que los beneficios colectivos no van por las decisiones de óptimos individuales, los niveles de contaminación acústica, atmosférica y el aumento de los tiempos de viaje a consecuencia de las congestiones vehiculares son producto de ese tipo de desiciones en especial si las autoridades insisten en entregar facilidades para que esas desiciones individuales continúen priorizándose. Sistemas fallidos de locomoción colectiva como el Transantiago, Transvalparaiso y las continuas inversiones en infraestructura vial no logran conducir la administración de la ciudad en otro sentido donde las visiones colectivas tengan su lugar.
Un aspecto importante para revertir esta situación va por el camino de la democracia participativa, la que se distingue de la democracia representativa por cuanto va más allá que la mera votación en las urnas sino que introduce a la ciudadanía en los diagnósticos y solución de los problemas que el desarrollo urbano aborda. Siempre se debe tener presente que las intervenciones urbanas generarán externalidades, sean estas positivas o negativas y que debemos hacernos cargo de los conflictos y abordarlos a traves de un plan de trabajo, pensar en evitar un posible conflicto y creer que este se resolvera solo, es no comprender lo que sucede en realidad.
Las desiciones que nacen de estos procesos participativos se construyen con más legitimidad y generan resultados sólidos, que sirven para obtener una sociedad más madura y con mayor identidad con su territorio.