Reconociendo que esto recae
en el ámbito cultural, es importante comenzar a temprana edad a derribar aquellos paradigmas
que están tan enraizados en la cultura nacional.
Hace unos días atrás, en Suecia
fue comentado unos nuevos métodos educativos de un jardín infantil en Estocolmo,
en términos generales los dagis diminutivo
de daghem y forma cariñosa para
referirse a los Jardines Infantiles en Suecia, vienen trabajando el tema de la
igualdad (jämställdhet) desde hace bastante tiempo. En ellos si un niño jugaba
un determinado tiempo con una pelota, similar tiempo lo debía hacer con una muñeca
lo mismo para una niña, el objetivo perseguido es entregarles iguales
experiencias, oportunidades y derechos a los niños, independientes de su sexo. Para
ello concentran sus esfuerzos en que el sexo biológico (hombre/mujer) este
separado del sexo construido por la sociedad, el clásico ejemplo lo constituye
el hecho de que el color rosado sea para las mujeres y celeste para los hombres
o las muñecas para las niñas y las pelotas para los niños.
El caso en cuestión
profundiza más los esfuerzos y un conjunto de Jardines Infantiles llamados Egalia del barrio bohemio de Södermalm
en Estocolmo, ha causado comentarios dada las nuevas prácticas adoptadas. El jardín
Egalia han pintado las carpetas de los niños con los colores del arco iris,
entre los juguetes podrás encontrar una cocina, una tostadora y un carrito de
supermercado, existen muñecas de color donde solo se diferencian por el sexo,
los libros han sido especialmente seleccionado escogiendo preferentemente
aquellos que incluyen personajes que son padres solteros o parejas del mismo
sexo.
Gabriella Martinsson la
directora responsable del Jardín Egalia explica que los niños están
permanentemente en contacto con heterosexuales, “puede parecer un poco exagerado pero nos toca ser un contrapeso en esta
sociedad conservadora que aun segrega según el genero”, indica.
En cuanto al uso del lenguaje
han sustituido los pronombres él y ella (han/hon) por uno neutro (hen), las
palabras niño o niña se han sustituido por persona o amigo.
Suena interesante esta
experiencia pensando que Suecia es un país que viene trabajando desde hace
tiempo para disminuir la discriminación social y la igualdad de derechos. Independiente de algunos encuentren exagerado o irrelevante el tipo de juguete se ocupe, es interesante observar el esfuerzo que dicha sociedad realiza para ser una mejor persona. En un
país que pese a esos esfuerzos aún observa que las mujeres reciben una remuneración
inferior a la de un hombre para un trabajo similar.
Al respecto en Chile, aun tenemos
muchas cosas pendientes, muchas desigualdades y no se ve la voluntad
política para superar las diferencias existentes y es necesario evidenciar las
necesidades de cambio, para continuar avanzando, y tener una sociedad más
igualitaria en deberes y derechos y más solidaria con el vulnerable.