Urbanización se ubicaría
sobre la duna mayor, la más emblemática de la comuna y visible desde toda la
bahía de Valparaíso. La organización que agrupa a habitantes de la zona
pretende agilizar la entrega en comodato del santuario en el sector. El Mercurio 28 de agosto de 2011.
"La duna hoy está en una
absoluta indefensión, es un santuario en el papel. Nadie se ha hecho
cargo". El biólogo de la
UCV Sergio Elórtegui no oculta su preocupación. Lleva diez
años estudiando y trabajando en el campo dunar de Concón -un área de 50 hectáreas con una
biodiversidad única-, y en el último tiempo ha visto cómo la presión
inmobiliaria empieza a cercarla. Y a afectarla, afirma.
Según explica, ya ha
desaparecido parte de las 240 especies de plantas y animales catastradas en el
lugar, algunas de las cuales no han sido vistas desde 2005, y hay aves que no
han llegado a nidificar desde 2002.
Ahora el campo dunar enfrenta
otro problema: a comienzos de este año, Inmobiliaria Montemar ingresó un
anteproyecto para urbanizar la duna mayor y crear allí calles y 12 lotes de
terreno, para levantar 11 edificios en un área de 7,7 hectáreas .
Con su punto de mayor altura
a 130 metros
sobre el nivel del mar, es el lugar más visible desde otros sectores de la
bahía de Valparaíso y la duna más emblemática, donde vecinos y turistas se
deslizan en tablas de sandboard.
"Esa duna le otorga
identidad a la comuna, es como si le quitaran a Santiago el cerro Santa Lucía.
Que se haga ese desarrollo inmobiliario es totalmente desmedido", dice
Elórtegui.
Vecinos preocupados
La empresa Reconsa,
propietaria de los terrenos, no ha estado ajena a la preocupación por el campo
dunar. En el 2005 selló un acuerdo con la Municipalidad de
Concón para destinar 19,5
hectáreas a un santuario de la naturaleza, y el resto
quedaría como zona de desarrollo inmobiliario, incluida la duna mayor.
Sin embargo, los vecinos
siguen inquietos y ante el ingreso del anteproyecto para continuar con las
construcciones se organizaron y crearon una entidad llamada Duna Libre.
Funciona a través de redes sociales y citas que en la última semana congregaron
a 60 representantes de la comunidad.
"Estamos tratando de
hacer que el resto de la comunidad entienda el valor que tienen y ver cómo
preservarlas. No queremos una confrontación", dice la arquitecta María Loreto
Valenzuela, quien junto a Elórtegui trabaja en la agrupación.
Su primera prioridad es
constituir efectivamente el santuario de la naturaleza cedido por Reconsa. Pero
los monolitos que instaló el municipio para demarcar el sitio no fueron
ubicados en los lugares correctos, y no se ha concretado el comodato de entrega
de los terrenos. Si eso no ocurre, podría pedir que se desafecte el santuario.
"Hay una completa desidia de ambas partes", se queja Valenzuela.
Según Bebé Henríquez,
encargada de Medio Ambiente del municipio, los monolitos fueron mal ubicados,
porque geográficamente no se podían instalar en otro lado.
Henríquez apunta a otro
factor de preocupación por una eventual pérdida de la duna mayor. Según
argumenta, podría actuar como un "biombo bioclimático" que regula la
acción de los vientos y la humedad en el clima de Concón.
La organización se está
encargando también de reinstalar los monolitos lo antes posible. Contrataron a
un geomensor que delimite el santuario según los planos, y pidieron
autorización al Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) para que ese trabajo
tenga validez.
En paralelo, presentarán el
conflicto ante la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara para buscar la
protección permanente del lugar, y buscan crear una mesa de diálogo con Reconsa
para que, en último término, construya sus edificios de manera sustentable.
Por ahora, la Inmobiliaria Montemar
debe responder las observaciones que realizó al proyecto la Dirección de Obras de la
municipalidad. Pese a los intentos de este diario, no fue posible obtener la
versión de Reconsa respecto de la inquietud de los vecinos.
Fuente Terram
imagen : enterate.cl