Jana nuestra colaboradora de nacionalidad Sueca, pero porteña de corazón, me hace referencia a la tristeza que siente por la sensación de que se ha logrado apresar a dos hermosos ríos del sur de Chile, todo para hacer un buen negocio por parte Endesa y Colbun ya que Endesa, que es dueña del 86 % de las aguas de todo Aysen, se quedaría con el 80 % de toda la generación de energía de Chile, todo al amparo de una débil institucionalidad ambiental donde la opinión de las personas y de los pequeños no importa y no tienen ninguna relevancia y que permite oligarquías industriales.
Sin embargo las espontáneas manifestaciones de rechazo en las principales ciudades del país, implican hacer una lectura que vas mas allá del rechazo a un proyecto determinado, lo ocurrido es más bien un rechazo a no ser nuevamente considerado, nuevamente pasado a llevar, un rechazo porque nuevamente gana el poderoso, nuevamente el dinero tiene más valor que la vida. Los escolares de Aysen están todos en desacuerdo pues son ellos los que serán contemporáneos con las represas y la perdida de territorio por las lineas de transmisión.
El rechazo es transversal, quienes han levantado la voz no son de un sector determinado ni de una generación o de partido político especifico, es un aspecto que debe hacer reflexionar, porque cuando a una idea le llega la hora nada lo puede detener, pensemos que se ha pasado a llevar valores muy importantes especialmente con la opinión de la gente, los ayseninos se preguntan - porque no nos consultaron -, y por que no?, porque no se informa de manera transparente y se debate abierta y publicamente.
Al parecer ha llegado la hora de que muchos puedan expresarse, porque hoy los temas si están importando, se esta jugando con el país de las próximas generaciones, se debe trabajar para que las cosas vuelvan a su lugar, para que así podamos vivir tranquilos y en paz.
