En el marco de una nueva reunión
del Grupo Buenos Aires, en Montevideo Uruguay, organizaciones civiles de toda
la región hicimos presente la necesidad de seguir cultivando estos espacios
oficiales de articulación sobre la protección de las ballenas, al mismo tiempo
que solicitamos que éstos obedezcan a la voluntad de la ciudadanía y no a los
intereses comerciales de las transnacionales que operan en estas materias.
Mediante un petitorio suscrito
por 71 organizaciones civiles, la ciudadanía de América Latina y el Caribe
manifestó la urgencia de promover la protección de las ballenas en el Atlántico
Sur, solicitando expresamente al Estado
de Panamá que retire su apoyo a las factorías japonesas que operan en
nuestros mares.
Lucio Cuenca, director del
Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, OLCA, que suscribió el
documento, señaló que “es relevante el contundente apoyo regional a este tipo
de documentos, pues da cuenta de una articulación creciente entre
organizaciones, y con ello, de la comprensión de que nos enfrentamos a temas
que trascienden las fronteras y las propias cosmovisiones, rumbo a la
construcción de un nuevo paradigma que mantiene a la vida en el centro y no a
aspiraciones particulares”.
El petitorio, que se adjunta,
sostiene de manera categórica que “considerando la importancia que tiene para
nuestra región el uso no letal de las ballenas como
herramienta de desarrollo de la comunidades costeras y los compromisos
adquiridos por el GBA (Grupo de Buenos Aires) en relación a la moratoria sobre
la caza comercial de ballenas y la integridad de los santuarios, solicitamos se
tomen acciones para evitar que nuestra región se vea involucrada en las controversiales operaciones balleneras en el santuario de ballenas del
Océano Austral. En este sentido consideramos que es esencial que el gobierno de
Panamá, proceda en función de los compromisos en materia de conservación
ambiental y de ballenas, retirando la bandera al buque coreano Sun Laurel, que
abastece de combustible y brinda asistencia a la cuestionada flota ballenera
japonesa en la Antártida.”
Comunicaciones OLCA