El futuro son nuestros hijos. Transmitiéndoles conocimientos valorables, podremos formar una población más conciente con el fin de lograr un mundo mejor.
El colegio Santiago Bueras, situado en el sector de Los Perales afuera de Villa Alemana, es un gran ejemplo de cómo, de una manera concreta, se pueden dar conocimientos y valores que respetan a la naturaleza y la cultura ancestral.
Los Perales esta rodeada por una gran historia cultural y natural. Es conocido por los primeros españoles que llegaron a Chile, por consejos de los Incas a buscar oro en este lugar. El valle de Marga Marga, donde se encontraron con el oro, esta situado cerca de la escuela. Aquí empezamos a crecer como nación, dice el profesor Enrique Paredes Vallejos.
- Hay que querer lo que uno tiene. Uno de los grandes problemas de nuestro país es que a veces estamos sin identidad. Somos muy dados a copiar estilos y modas de vida de otras culturas que no tiene nada que ver con nosotros, dice Enrique.
Un patrimonio natural también existe en Los Perales. En unas quebradas cerca del colegio crece un bosque clorofílico; lo cual tipo representa el 1 % de los bosques vivos en este mundo, dice Enrique.
En este lugar patrimonial se inició el trabajo y la visión del colegio hace cuatro anos.
- Empezamos a dar cuenta que la escuela rural estaba muy urbanizada. Estaba en la misma lógica de la estandarización, de la evaluación y de las matriculas. Entonces nos dimos cuenta que teníamos que educar en nuestro contexto, dice Enrique.
Los principales temas que se estudian en Santiago Bueras son el Patrimonio, el Medioambiente y el Desarrollo Sustentable, que se trabajan de manera práctica y teórica. Así se valora el emprendimiento de las relaciones con nuestros ancestros y el respeto a su tierra, dice Enrique.
- No pierden la esencia de ser niños. En nuestra escuela un niño siempre es sinónimo de juego. La idea es aprender jugando. Hoy en día el sistema es muy dado a tener el niño metido en clase, y a pesar de que hablan de la reforma educativa y del constructivismo, en realidad tú vas a cualquier colegio y se ve muy poco. Aquí trabajamos en el ser y hacer y entonces cualquier parte de la escuela es contexto de aula, dice Enrique.
Varias veces al año llegan estudiantes de la carrera de Agronomía de la Universidad Católica a realizar talleres de huerta en el colegio. Hoy es un día de esos. Celebramos el día de la tierra y del patrimonio, dice unos de los alumnos. Durante el día, los niños participan en diferentes talleres relacionados con ambos temas. Como la escuela tiene pocos alumnos muchas veces en estas actividades tienen la posibilidad de juntarse niños pequeños con grandes.
- La idea es que primero toman confianza entre los lasos sociales que existen. Las amistades van potenciando a través de juntar niños chicos con grandes. También los grandes tienen que cuidar a los más pequeños. Son aprendizajes que ellos tienen que tener, y tú no lo puedes entregar de forma teórica, ¡hay que vivirlo! Comenta Enrique.
Para Génesis, una alumna joven de la escuela, fue un cambio empezar en Santiago Bueras. Cuando vivía en Santiago jamás hacia huerta o compostaje en su colegio. Aquí he aprendido a sembrar, me explica. Le gusta trabajar a fuera, pero lo mejor es la mezcla de clases teoréticas y prácticas, dice Génesis.
-También plantamos en todas partes del colegio. Todo eso nos sirve porque lo ocupamos para hacer comida también. Lo reutilizamos y luego lo tiramos para hacer humus.
El colegio tiene una red amplia con otros colegios que trabajan con filosofías similares e invitan a colegios urbanos a visitar su espacio. Agradecemos cualquier intercambio de conocimientos y métodos, dice el profesor Miranda.
- La invitación nuestra a los colegios urbanos, que no conocen estos contextos, que se hagan parte y nos visiten.
Una escuela como Santiago Bueras aumenta el estimulo para los niños en el contexto de identidad, lo cual muchas veces se pierde en el campo. Profesor Miranda, nos explica como logran trabajar con ese tema.
- Muchas de estas tradiciones que se han ido perdiendo desde el contexto escolar lo vamos incorporando nuevamente en la memoria colectiva porque este sector Los Perales cada vez esta urbanizando mas, esta parcelando y por lo tanto hay una perdida de identidad. Entonces una de las formas de poder volver a estos rescates de la memoria colectiva justamente es dándolo espacio mediante la didáctica con los alumnos, dice E. Miranda.
Profesor Miranda es el encargado del Museo de Patrimonio de la escuela, donde intentan rescatar la tradición oral rural campesina y armar redes con organizaciones con intenciones similares. El museo fue construido con la fuerza de niños y profesores, Génesis explica porque es interesante el tema del Patrimonio.
- Tenemos nuestro propio taller de Patrimonio donde aprendemos a ver y conocer la historia de Los Perales. Así puedo aprender mas, como no vivo aquí desde pequeña, entonces puedo aprender más cosas, dice Génesis.
Otra ambición de la escuela es involucrar el interés de los padres en la educación, dice Enrique.
- Hoy en día la familia no se involucra en la educación de los niños. Hoy día tenemos el rol de prácticamente guarderías. Entonces lo padres mandan a los niños al colegio pero se ha perdido mucho el dialogo, dice Enrique.
- Cuando empezamos a trabajar la huerta en la escuela la idea era que el niño tuviera una huerta familiar. Entonces nosotros fuimos a las casas para ver como iba la huerta. Entonces la idea era de trabajar la familia, dice Enrique.
Los conocimientos que adquieren los alumnos de Santiago Bueras los pueden aplicar en distintas situaciones de la vida, pero una de las más fundamentales es trabajar el desarrollo rural para que los niños más adelante puedan vivir una vida de calidad en el campo. En la educación se trabaja con diferentes tipos de artesanías, con el fin de vender esos productos tradicionales a turistas y así aumentar el turismo sustentable en la zona.
Un niño que estudia en el colegio Santiago Bueras tiene la posibilidad de encontrarse con conocimientos para la vida. Libertad en los estudios, trabajos prácticos a cielo abierto, en un espacio histórico y cultural; El resultado es una mejor calidad de vida para el alumno, a través de la conciencia creada
- Y la calidad de vida no necesariamente trata de tener más sino vivir de otra manera, tener otra visión del mundo. De entender que tenemos que cuidarlo, tenemos solamente un mundo y hay que pensar en las generaciones futuras. Yo se que voy a alcanzar a vivir y todavía el mundo va a ser vivible. Pero que va a pasar con los hijos, ¿con los nietos y los bisnietos? Porque al final esas son las cosas que uno tiene que pensar. El mundo no solamente es para hoy, sino también para mañana, finaliza Enrique Paredes.