Recientemente la Dirección General de Aguas del MOP declaro como zona de escasez hídrica a las cuencas de los ríos Petorca, Ligua y Aconcagua, junto a la comuna de Quilpué, en la región de Valparaíso; y a las cuencas de los ríos Cogotí y Huatulame, más las comunas de Canela y Los Vilos, en la región de Coquimbo. Esta situación ha llevado a tomar serias mediadas de regulación en el consumo de agua para riego, ya que los embalses han llegado al 48 % de su capacidad.
Esto revela una urgente necesidad de establecer una adecuada política de cuidado de los recursos hídricos cautelando la sobre explotación de los acuíferos, para respetar las tasas de reposición para no agotarlos, velar por la no contaminación de las aguas ya sea por aguas servidas o por la actividad minera e industrial o mediante la contaminación de las napas subterráneas por la actividad agrícola. Al respecto urge la necesidad de cuidar la vegetación y bosque nativo de las cuencas, recordemos que el bosque nativo representa un 17.7 % del territorio nacional, según cifras de Conaf y Conama.
La relación entre la protección del bosque nativo y el aumento de los caudales de agua de los ríos en verano, es un echo comprobado por Por ello la protección de los bosques nativos resulta prioritario en una política de estado, el daño de los bosques nativos por los incendios forestales, su degradación o reemplazo por otros usos, atentan finalmente contra la producción de un vital elemento para la vida, el agua.
Si protegemos el bosque nativo y aumentamos su cobertura, estaremos asegurando agua para nuestra subsistencia y para las futuras generaciones.